Bienvenidas

Hola, bienvenidas a mi blog.

Al crear este espacio pretendo hacer un estudio sobre todas aquellas mujeres jóvenes que nos hemos convertido en amas de casa.

Jaja, es broma, no haré ningún estudio, sólo pretendo convencerme de que no soy la única ama de casa a la que se le ha reconsumido el agua en la estufa por estar navegando en internet....

Así que por favor, díganme que no soy la única, dejen su comentario.

viernes, 15 de marzo de 2013

Llegando de la escuela con la ropa sucia


Ayer asistí a la reunión de padres de grupo, de la escuela de mi hijo. Llegué unos 10 minutos antes de la hora a la que nos citaron, entonces me senté en una banca del patio, habían unos niños jugando fútbol y primero no les presté mucha atención, pero de repente, sin razón alguna,  estaba observando al "portero", porque caminó unos pasos indecisos a un lado y a otro, viendo al suelo, traía en una mano un suéter blanco que se acababa de quitar, y pensé (como toda mamá) "Dios mío, lo va a dejar en el suelo, se ve a ensuciar mucho", y vi al niño, buscando un lugar  a su al rededor para dejarlo, y de repente lo encuentra, y deja el suéter sobre la barda. En realidad no pude más que sonreír, pensando "Eso está igual de sucio que el piso".
Y ya luego vino a mi  cabeza una cadena mental, hilando recuerdos, de cuando mi hijo llega con la ropa sucia y me molesto, y los reclamos de que tenga más cuidado, que no se arrastre, y lo que yo entiendo como "excusas que me da" sin ponerme a pensar en que hay muchas probabilidades de que sean ciertas; imaginé al niño de ayer, frente a su molesta mamá, con el suéter sucio y diciendo: "Es que no lo dejé en el suelo" y la mamá pensando que es una mentira, cuando en realidad el niño NO lo dejó en el suelo y -buscó- un "mejor lugar" para dejarlo.

Me acuerdo de las veces que mi hijo llega con la camisa manchada de chile ó dulces y dice "es que un niño pasó corriendo y me manchó", y le digo molesta, "pues fíjate por dónde caminas" ó "no pases cerca de alguien que esté comiendo", pero realmente no recordamos la grandísima probabilidad de que estos incidentes sucedan, se nos olvida que fuimos niños y cómo era un recreo en la escuela.  Nos olvidamos de que los niños pasan al menos dos horas sentados en un mesabanco, esperando el timbre para el descanso, el cual tienen que distribuir en un montón de cosas, jugar, almorzar, ir al baño, estirarse. Y solo tienen ¡media hora! entonces corren por todo el patio con su jugo o sándwich en la mano, mientras otros están jugando al fútbol,  otros están en ´bolitas´platicando, otros sentados en el piso, en fin, en realidad es un caos, y nosotras les exigimos que cuiden la ropa, cuando en realidad ellos "no tienen tiempo de hacerlo", nosotras imaginamos que salen los niños al recreo, se sientan y toman su almuerzo, y luego se reparten el patio para jugar en un espacio, correr en otro, platicar en algún rincón, sentarse en los escalones, etc. Pero no, ellos son niños y lo único que saben es que tienen 30 minutos de descanso y que si tienen la oportunidad de corretearse -mientras toman el almuerzo- lo harán, es como nosotras, cuando aprovechamos a lavar trastes -mientras dejamos una carga de ropa en la lavadora-.

Sabemos que las manchas son difíciles de quitar, pero no hagamos sentir culpables a los niños por ellas, en muchas ocasiones no está en sus manos evitarlas, no digo que no me ha tocado ver niños arrastrándose, sin cuidado alguno por la ropa, pero tengamos en cuenta que hay centenas de niños en la escuela, todos con  energía cargada y lista para ser liberada. Recordemos que también fuimos niños y jugar era lo único verdaderamente importante en el día.