Si eres ama de casa, sabrás que esto es rutina pura, en casa siempre hay algo que buscar, el detalle más importante es que siempre hay alguien más que dispuesto a... buscarlo, NO... a desparecer nuevas cosas... y por si éso fuera poco TODA la familia asume que TÚ sabes en dónde está, lo cual es irritante, pero es imposible hacerlos entender que no es tu responsabilidad, pues te responden con algo así como:
- Tu limpiaste ése lugar donde lo dejé por última vez...
- Tal vez salga cuando limpies...
- Lo dejé justo en tal lugar y ya no está...
- Tú eres la única que estaba en la casa...
El caso es que aún cuando quieras darles una lección dejándolos que busquen y hagan memoria, terminas por ayudarlos o resolverlo.
Lo más curioso del asunto y lo que nos hace justicia, es que cuando aparecen los objetos se dan cuenta de que no fuiste tú la que lo perdió y eso es evidente por los lugares en los que terminas encontrándolos, debajo de sus camas, en sus cajones...
Y lo gracioso es cuando los encuentras en los lugares menos pensados, como la tapa del control remoto de la Tv que encontré hoy en el fondo de la funda de un cojín del sillón... así es... Te hace pensar un poco y cuestionarte todas las posibles formas de que ese pedazo de plástico halla llegado a ese lugar, y realmente no son muchas las posibilidades, de hecho sólo se puede pensar que "alguien" lo metió allí, entonces deduces que: a alguno de los niños de la casa se le abrió la tapa, no la pudo acomodar de nuevo y quiso deshacerse de ella... y aquí viene lo mejor del caso "NADIE FUE".
Definitivamente debemos cuidar bien las cosas, si no, no sabemos dónde puedan terminar. Por que aunque parezca extraño, tu familia estará dispuesta, siempre, a decidir entre dos opciones;
* Tú no haces bien tu trabajo de limpieza. - Ó
* Los objetos de repente pueden cobrar vida...
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